El paralelo con Lolita de Nabokov es insoslayable. La gran diferencia es que aquí el protagonista es un hombre viejo que experimenta intensos deseos homosexuales hacia un joven de catorce años. La relación nunca se consuma, por supuesto, pero el libro es rico en alusiones simbólicas y capas de significado. La escritura de Mann es profunda y su pluma filosófica. Su temática es tan desconcertante hoy, como (seguramente) lo fue en la Europa del siglo XX. Por lo cual, la pregunta sigue siendo válida: ¿Qué es la belleza? ¿Qué es la perfección? Ya se lo preguntaron los griegos y algunas de sus respuestas forman parte importante de esta narración.
viernes, 13 de marzo de 2015
La muerte en Venecia de Thomas Mann
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